Como era previsible, el mundo civilizado rechaza firmemente la absurda pretensión del presidente venezolano Hugo Chávez de retirar a las FARC y al ELN de la lista de organizaciones terroristas, para pasar a denominarlas simplemente fuerzas beligerantes.La opinión pública mundial y ahora la Unión Europea han expresado su apoyo al presidente Álvaro Uribe y afirmado que seguirán manteniendo a estos grupos en la lista de organizaciones terroristas. Más aún, han solicitado la inmediata e incondicional liberación de las 700 personas que las FARC mantienen secuestradas.No se puede caer en el juego mediático de Hugo Chávez y de los grupos terroristas de las FARC, a los que no puede tildarse de humanitarios solo por haber liberado a dos rehenes.Las FARC son terroristas por sus fines y métodos. Sus manos están manchadas de sangre pues usan el terror, la violencia, el secuestro y el asesinato contra una nación que quiere la paz. Además, son aliados de los narcotraficantes. Por todo ello, merece solidaridad y respaldo la causa del Gobierno Colombiano para liberar a los rehenes y restablecer la paz y la unidad en un país asolado por la violencia de despreciables terroristas a los que la careta de revolucionarios se les cayó hace tiempo.