En los últimos años el crecimiento de la producción eléctrica ha estado marcado por el inicio de operaciones de plantas que producen energía en base a gas natural. Ello por dos motivos: la irrupción de Camisea dentro del esquema energético (con un precio de gas natural barato frente al residual y el carbón); y porque la inversión en este tipo de plantas es menor y toma menos tiempo frente a otros proyectos, como las hidroeléctricas. El viceministro de Energía, Pedro Gamio, indicó que si bien el ingreso de las plantas de producción térmica ha representado un beneficio para la producción eléctrica, no se puede esperar que la energía de los próximos años sea en base a gas natural, razón por la que se requiere diversificar las fuentes de producción eléctrica en los siguientes años. Señaló que la idea es que no solo se produzca energía en base al gas natural y el agua (que son las de mayor uso), sino impulsar las que tienen como fuentes la geotermia (energía en base al calor de la tierra), eólica (a partir de la fuerza del viento), solar y mareomotriz (aprovechamiento de las mareas).