GAS Y RESPONSABILIDAD

Para los peruanos es esencial saber utilizar con seriedad y sentido previsor aquellos recursos que la providencia colocó en nuestro territorio. Decimos esto ya que una larga historia de la región que hoy llamamos América Latina estuvo caracterizada por la utilización irresponsable de enormes recursos naturales que muchas veces fueron derrochados hasta su agotamiento o su reemplazo por elementos artificiales fabricados gracias al progreso de la tecnología. En la actualidad, confirmamos la existencia de enormes reservas de gas, un producto que –como lo referimos en anteriores ocasiones– tiene la ventaja de ser un combustible más limpio, es decir, que genera una ínfima contaminación o daño ambiental y tiene un precio menor que el petróleo y sus derivados. De allí la importancia de esta materia prima para utilizarla en los vehículos, tanto privados como de transporte público y como fuente generadora de energía. No obstante las ventajas que el gas posee, debemos tener clara conciencia de que se trata de una materia no renovable, es decir, por más que poseamos enormes yacimientos, éstos tenderán al agotamiento conforme los utilicemos. Por esta razón, tenemos que adoptar una actitud prudente y responsable que nos impida olvidar que se trata de un recurso que –por más abundante que sea– tiende a la extinción.