Que un país lleve a otro a la Corte de Justicia de La Haya no es un acto inamistoso, por el contrario es una muestra de que se busca una solución pacífica a una controversia jurídica.Este fue uno de los ejes del mensaje que llevó ayer el presidente Alan García a la Comisión Permanente del Congreso, donde anunció y explicó de manera oficial la decisión peruana de acudir a la Corte de La Haya para solucionar el diferendo marítimo con Chile. En su discurso, García reiteró la plena adhesión del Perú a la Declaración sobre el Arreglo Pacífico de Controversias Internacionales, aprobada unánimemente por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1982, que señala que acudir a la Corte de La Haya no debe ser considerado un acto inamistoso entre los estados. "Dicha declaración insta además a todos los estados a observar y promover de buena fe la solución pacífica de las controversias internacionales".Luego de su paso por el Congreso, en declaraciones a la prensa, el mandatario comentó la reacción del canciller chileno, Alejandro Foxley, quien lamentó profundamente la demanda presentada por el Perú. "No es un acto inamistoso de ninguna manera solucionar un tema por la vía jurídica. Nosotros no hacemos amenazas, ni mostramos armas.