El presidente Alan García y su primer ministro, Jorge del Castillo, salieron ayer a ponerle paños fríos al amago de intercambios verbales con Chile. Todo empezó el 10 de enero cuando el ministro de Defensa de ese país, José Goñi, dijo en un encuentro con corresponsales extranjeros que su país cuenta con más de 1.000 millones de dólares destinados a la adquisición y mantenimiento de material bélico. Ese mismo día el ex primer ministro del gobierno toledista Carlos Ferrero declaró que Chile tiene capacidad para interceptar llamadas y correos electrónicos que le permitiría "conocer cosas que no debe". Las declaraciones de este último fueron calificadas como parte de un "nacionalismo poco añejo" por el canciller chileno, Alejandro Foxley, quien aprovechó para pedir prudencia al Perú y reiterar que su país no cederá un milímetro de territorio. Esto, pese a que el Gobierno Peruano no hizo eco a las palabras de Ferrero.(Edición sábado).