GRUPOS POLÍTICOS RADICALIZAN UN DISCURSO ÉTNICO AIMARA EN PUNO
13 de enero de 2008

En Puno, las noticias de Bolivia llegan antes que las del Perú. Este distanciamiento va más allá de lo geográfico. Las relaciones culturales y comerciales con el vecino país han sido desde siempre más intensas que las que esta región sostiene con el resto del país. Aquí, como ocurre con buena parte del sur andino, el Estado no ha logrado atender con eficiencia las demandas de salud y educación, lo que ha desencadenado un constante enfrentamiento con el Gobierno Central. Sin embargo, durante los últimos meses, algo se ha sumado a esta actitud tradicionalmente conflictiva: las demandas tienen un contenido étnico, azuzado --en parte-- por los emergentes movimientos políticos bolivianos de origen aimara."La formación de movimientos políticos agrupados por su identidad étnica sobrepasa las fronteras", dice Carlos Pereyra, del Centro de Estudios Suramericanos y alerta serias tendencias separatistas, originadas por un "Estado ausente que no atiende las necesidades de los ciudadanos y ni siquiera tiene control total de su territorio". Nada más claro para entender la situación de Puno. La frontera con Bolivia se desvanece con el idioma común, las tradiciones y, recientemente, con los lazos políticos alcanzados entre líderes locales y dirigentes bolivianos radicales, como Felipe Quispe, 'El Mallku', que legitima el uso de las armas para la formación de la nación Aimara.(Edición sábado).

  • [El Comercio,Pág. A 6]
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