Con la tranquilidad de encontrarse libres, Consuelo González y Clara Rojas dedicaron sus primeras 24 horas de "haber vuelto a la vida", como calificaron su entrega, para conversar con sus seres queridos. Las mujeres permanecieron en sus habitaciones de un hotel en Caracas en compañía de sus familiares más cercanos.En declaraciones a una radio colombiana, Consuelo dijo que estuvo hablando con sus hijas hasta las cuatro de la mañana, oyéndolas mientras contemplaba a su nieta. Rememorando los horrores que vivió señaló que "vivíamos en cárceles que las FARC tienen y que llaman cárceles del pueblo, donde no es posible ni pensar en salir de un espacio. Estábamos detrás de alambres y uno empieza a inventarse mecanismos de subsistencia. Hacía gimnasia diaria, caminaba para conservar un estado físico por lo menos normal, pensando --primero-- en el tema de salud y segundo en el tema de resistencia, para cuando se presentaran las marchas a las que éramos sometidos, con frecuencia, de horas largas, o de días y semanas". (Edición sábado).