Tuvieron que pasar tres días de cortes de luz en 26 distritos de Lima para que el Ministerio de Energía y Minas (MEM) actuara para resolver la falta de energía producida por la paralización de la planta de Las Malvinas de Camisea. Pese a que se había programado apagones en la capital ayer, finalmente el MEM consiguió que Sedapal cediera agua a la central hidroeléctrica de Huinco para compensar la electricidad que las generadoras a gas no podían producir por la falta de ese combustible. Adicionalmente, Pluspetrol entregó más fluido -lo que anuló la necesidad de cortar la luz- y, al mediodía, se logró que la turbina de Ventanilla, a cargo de Edegel, arrancara utilizando diésel. El ministro de Energía y Minas, Juan Valdivia, se negó a aceptar responsabilidad alguna en el caos ocasionado por los cortes, a pesar de que reconoció que hubo fallas en el plan de contingencia. Sin embargo, no pudo explicar por qué no se publicó en El Peruano la resolución ministerial que declaraba en emergencia el sector gas y que impide que los afectados sean indemnizados. Asimismo, responsabilizó a las distribuidoras por no haber avisado a los hogares que se racionaría la luz.