Sin pruebas en la mano, pero con mucha vehemencia, el premier Carlos Ferrero denunció que grupos extremistas, entre ellos miembros de Patria Roja y el gremio docente del Sutep, están buscando ahuyentar la inversión minera y así "crear condiciones" para la violencia.Explicó que el gobierno "ha descubierto" relación entre esos movimientos violentos y el gremio cocalero, además de contingentes de pobladores que rechazan la minería en el norte del país, por ejemplo en Piura y Cajamarca."La intervención de maestros del Sutep, de Patria Roja y ronderos extremistas está generando un proceso para ahuyentar la inversión minera, perjudicar el trabajo estable y atemorizar a futuros inversionistas", señaló.Según Ferrero, los extremistas no buscan la defensa de los recursos naturales, sino generar mayor pobreza, descontento y caldo de cultivo para un proceso de "revolución social".
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