El extraditado Alberto Fujimori negó ayer haber emitido u ordenado durante su gobierno directivas de aniquilamiento, desapariciones, secuestros o torturas tal como las que ocurrieron en un viejo solar de Barrios Altos (1991), en la Universidad La Cantuta (1992) o en los sótanos del Pentagonito (1992). Así lo señaló durante el interrogatorio que estuvo a cargo de su abogado, César Nakazaki, en la sede de la Dirección de Operaciones Especiales (Diroes) en Ate Vitarte. Además, aseguró que su estrategia para combatir el terrorismo estuvo basada en recobrar la confianza de las poblaciones urbano-marginales y rurales.Fujimori también justificó el gran poder que su ex asesor Vladimiro Montesinos ganó en los primeros años de su régimen. El procesado volvió a señalar que esto se debió a que él no conocía de temas militares ni de inteligencia. "Montesinos fue mi nexo con las Fuerzas Armadas y con la policía", dijo el extraditado.