La lluvia de reacciones cayó durante todo el día. Las declaraciones que hiciera anteayer el primer ministro, Jorge del Castillo, respecto de que el Gobierno daría prioridad en la realización de obras a los distritos que el 2006 votaron por el Apra, incomodaron a más de uno. El gobernante Alan García, por la noche, dijo en Palacio de Gobierno que la declaración de Del Castillo obedeció a un "exceso de entusiasmo" y le ratificó su confianza. "Si esa fuera su manera de pensar, nunca lo habría puesto como primer ministro", aseguró el jefe del Estado.En ese mismo tono, el titular del portafolio de Producción, Rafael Rey, aseveró que si fuera cierta esa política de devolución de favores, él dejaría el Gabinete, pues no podría aceptarlo. "Ni siquiera puede haber sospechas de que eso pueda pasar", dijo Rey a CPN Radio, como queriendo salvar del malentendido a Del Castillo, quien, según él, no usó las palabras "más afortunadas".