Al otro lado de la línea telefónica, Luis Gonzales Posada parecía tener problemas en conciliar su aprismo y su subordinación a Alan García con su condición de presidente del Congreso y representante de una decena de tiendas políticas. Al final, esta última circunstancia pesó más y el popular 'Cabezón' terminó defendiendo a la institución que preside frente a las críticas que le lanzara el mandatario por su presunto 'apoyo' al narcotráfico."Acá no hay complicidad ni complacencia con un movimiento criminal que destruye vidas y principios. Acá no hay mano blanda", aseguró a Perú.21, luego de que, en la víspera, el jefe de Estado increpara con dureza a ese poder del Estado por pretender derogar la Ley de Pérdida de Dominio, que permite a las autoridades confiscar bienes cuando se sospecha que provienen de actividades ilícitas.