El presidente Alan García dio un paso atrás ayer para evitarse un nuevo enfrentamiento con el Congreso y descartó que vaya a plantear al gabinete, como una cuestión de confianza, la solicitud de facultades delegadas para agilizar el Estado y promover la inversión con miras a la puesta en vigencia del TLC con Estados Unidos. De paso, aceptó que sus propuestas las evalúe una comisión mixta."Aparentemente hay buen viento y buena acogida al pedido, como ha dicho el primer ministro (Jorge del Castillo). Si hay buen ánimo, entonces ese instrumento de hacer cuestión de confianza no se usa, pero en cualquier otra ocasión sí. Es democrático, constitucional y legítimo", aseveró.