Su anuncio no podía tener un mejor auditorio, la Conferencia Anual de Ejecutivos (CADE), donde un más que satisfecho primer ministro Jorge del Castillo mostró --antes de iniciar su exposición-- el acta que ponía fin a la huelga de los trabajadores portuarios. La respuesta a su anuncio no podía ser otra que los aplausos de los presentes. Sin embargo, minutos antes el jefe del Gabinete había puesto en evidencia su malestar por aquellos empresarios que no respetan los derechos de los trabajadores. En ese sentido refirió que hay quienes negocian con justicia, pero que otros más bien dificultan el tema poniendo trabas o dilatando soluciones. "Piensan que el ahorro mezquino es la forma. Así no es. Por ejemplo, un trabajador portuario que debe trabajar con pescado congelado, tiene que entrar a una cámara frigorífica y para eso necesita ropa de abrigo suficiente, guantes, o el que trabaja con mineral que necesita máscaras () me temo que eso no se está dando en la dimensión que se necesita (…) algunas empresas no lo entienden así".