La aprobación de una nueva Constitución Política para Bolivia entre gallos y medianoche, en un recinto militar y con una Asamblea Constituyente sin la totalidad de los miembros de la oposición, es una de las razones que motivó al bloque de frentes cívicos de seis departamentos a pronunciarse. Esta norma contempla, entre otras cosas, la reelección presidencial indefinida.Aquella situación había desatado el domingo una jornada violenta en Sucre, la capital legislativa de Bolivia, con un saldo fatal de cuatro muertos producto de las revueltas.Los manifestantes también están en contra de la influencia del gobernante venezolano Hugo Chávez en las decisiones y mecanismos de gobierno que lleva adelante Morales. Pero dos gotas rebalsaron la paciencia de los contrarios al régimen: en un Congreso sitiado por cocaleros y campesinos adeptos a la agrupación socialista MAS que lidera el presidente boliviano, y donde no se permitió el ingreso de los parlamentarios de oposición, se aprobó una norma que permite el traslado de la sede legislativa de Sucre a cualquier otro lugar, dando opción al oficialismo de sacarla de un territorio adverso al Gobierno.