En el Callao, la situación es dramática para exportadores e importadores afectados por el paro de los estibadores, que hoy ingresó a su sétimo día. Así, por ejemplo, una empresa peruana fabricante de productos de plástico tiene 15 contenedores y ocho cargas, por un valor de US$1.2 millones, que no puede embarcar al exterior. Su relación con los 21 clientes extranjeros, dueños de la mercadería, se ha visto deteriorada por el incumplimiento, y es probable que el próximo año no concrete negocios con ellos.