En medio de la bonanza de recursos que vivimos, resulta oportuno y necesario un blindaje para futuras contingencias. Es decir, más vale estar prevenidos ante los ciclos económicos que podrían frenar nuestra capacidad de expansión.De ahí que corresponde al Gobierno tomar la firme decisión de fortalecer el Fondo de Estabilización Fiscal, que servirá de muralla interna ante eventuales temporales foráneos como consecuencia de la desaceleración o recesión económica en algunas potencias. En palabras más simples: una manera de guardar pan para mayo.Durante el décimo séptimo Congreso Nacional de la Empresa Privada distintos participantes coincidieron en advertir sobre la posible caída de la cotización de productos mineros, lo cual afectaría los niveles de recaudación fiscal y, de ese modo, el manejo de recursos para la inversión pública.Ante tal posibilidad es sensato inyectar recursos al mencionado Fondo de Estabilización, que por ahora cuenta con una base de unos S/.1.350 millones y podría crecer a S/.4.000 millones.No es alarmista sino un sano ejercicio de proyección prever que un descenso en los precios de minerales puede ocasionar que la recaudación del Impuesto a la Renta de las mineras (S/. 8.000 millones en el 2007) se reduzca a la mitad. Y no hay que buscar con demasiado esfuerzo ese dinero, pues está en el superávit económico de S/. 7.000 millones que se espera en el 2007. Bastará con trasladar la mitad de esos recursos a este fondo para tener una buena protección.Según el barómetro empresarial de la Universidad de Lima, ninguno de los 184 presidentes de directorio consultados considera que la situación económica es mala o muy mala. El optimismo es desbordante y entusiasma, pero estaremos más confiados cuando hayamos tomado mejores previsiones.