En la minería el machismo empieza a desvanecerse. En este y en todos los campos somos iguales. Pocos creerían que detrás de los grandes vehículos que circulan por los Andes de América del Sur, hay mujeres, que conservan su fragilidad y su herramienta de trabajo.Patricia Guajardo, de 31 años, conduce un enorme camión volcador en la mina de oro Veladero de Barrick Gold Corp. en la Argentina, revela que - como era evidente- la desconfianza llegó de los hombres. "No creían que resistiríamos mucho tiempo aquí. Los inviernos pueden ser muy duros, pero a mí me encantan".Las conductoras vienen de remotas comunidades de la cordillera de los Andes para trabajar como camioneras. Los empleos ofrecen un ingreso mayor que el que estas mujeres pueden conseguir en sus pueblos y ayudan a las compañías mineras a preservar vehículos que cuestan cerca de US$3 millones cada uno.