Hace algunos años sectores como la construcción y la minería fueron los primeros motores de la economía, y en la medida en que ésta se fue consolidando las actividades industriales empezaron a marchar al ritmo de la creciente demanda interna. De igual manera, la apertura comercial impulsó las exportaciones no tradicionales, sobre todo las agropecuarias, cuyo dinamismo ha continuado con perspectivas cada vez mejores.Tomando en consideración los anuncios de distintas empresas del sector agropecuario, las inversiones previstas en el desarrollo de diversos proyectos suman US$ 607 millones, recursos orientados, principalmente, a la compra de mayores hectáreas de tierras para la elaboración de etanol y biodiesel a partir de caña de azúcar, palma, girasol y canola.