Sin reformas de fondo en educación, salud, seguridad, justicia e infraestructura, este va a seguir rondando.El optimismo que hoy prima en el sector empresarial lo ensombrece la preocupación creciente por la sostenibilidad del mismo en el mediano plazo, especialmente después del 2011, cuando se realice la siguiente elección.Lo que específicamente produce inquietud a los empresarios es el riesgo de que la próxima elección reviva el susto ya experimentado en el año 2006, cuando la candidatura de Ollanta Humala estuvo a punto de ganar con un programa que hubiera significado un vuelco drástico en el manejo económico del país.Las expresiones de dicha preocupación abundan. Ayer, en el XVII Congreso de Confiep, junto con el entusiasmo por el 'perro del hortelano II', la pregunta de qué pasará después de este gobierno rondaba en varias intervenciones y en la cabeza de muchos asistentes, mientras que la edición especial de Semana Económica por el CADE que empieza este jueves en Trujillo incluye un debate interesante sobre la pregunta de si "¿triunfará en el 2011 una opción radical?".Es una interrogante legítima que los lectores regulares de esta columna reconocerán de inmediato pues la venimos planteando desde hace tiempo. Alfredo Torres, de Ipsos-Apoyo, quien sabe interpretar muy bien las tendencias de la opinión pública, cree que la posibilidad de un escenario como ese "es muy alta", señala el director de Perú 21, Augusto Álvarez Rodrich. La siguiente pregunta relevante, entonces, es si el mismo se puede evitar. La respuesta es claramente que sí. Ello demanda que el gobierno del presidente Alan García promueva la inversión privada con el fin de que la economía continúe creciendo, sin lo cual no habría nada que distribuir. Pero esto es, sin duda, insuficiente. Salvo para algunos dogmáticos que aún creen en la 'teoría del chorreo', es decir, que el mero crecimiento produce beneficios para toda la población, es obvio que el Estado debe asumir, con eficiencia, la misión que no está cumpliendo en rubros indispensables para la calidad de vida de la población, como educación, salud, seguridad y justicia, los cuales siguen dando vergüenza. ¿Tiene el presidente García planes e ideas -o, al menos, una columna periodística- para dicho desafío? Los empresarios deben exigírselos cuanto antes, pues hacerlo recién en el 2011 a los candidatos de entonces será muy tarde.