El Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) es el más alto organismo de control de jueces y fiscales, además de elegir al jefe de la ONPE y al del Reniec. Sus decisiones son inapelables. De hecho, es una de las instituciones más poderosas del país. Se espera entonces que en una institución con tal responsabilidad sus integrantes tengan y hayan tenido una conducta impecable.Sin embargo, esto no se observa en todos sus miembros. Si se escudriña en sus antecedentes personales o profesionales, aparecen extrañas decisiones que han pasado inadvertidas hasta ahora. Este es el caso del actual presidente del CNM, Daniel Caballero Cisneros, un ex fiscal superior que desde el 28 de febrero del 2002 representa, por acuerdo de la Junta de Fiscales Supremos, al Ministerio Público en esa institución.Su designación vence el 28 de febrero del 2006. En sus datos personales en la página web del CNM se lee que ingresó a la carrera judicial como relator en la Corte Superior del Callao, luego fue juez y presidente del Consejo de la Magistratura en Lima y por último fiscal superior.Sin embargo, hay un hecho importante en su carrera como fiscal decano de Lima que no se menciona. Un hecho que tiene tras bambalinas al hoy procesado Vladimiro Montesinos Torres. El 21 de abril de 1987, como fiscal superior decano Daniel Caballero ayudó a neutralizar la investigación del caso Villa Coca, que vinculaba en actividades de narcotráfico a los principales jefes de la policía de esa época. Oficiales de policía que, al ser investigados, tuvieron como abogado a Vladimiro Montesinos.El caso Villa Coca es el nombre que se dio al proceso seguido al narco Reynaldo Rodríguez López (a) "El Padrino", luego que estallara su laboratorio de cocaína que funcionaba en un inmueble de la calle Gerona en Surco, el 24 de julio de 1985.