Luego de 16 días de protestas, los comuneros de Secclla que habían tomado la mina Pampamali, para protestar por la supuesta contaminación que causa en su jurisdicción, dejaron las instalaciones de la referida compañía e iniciaron el diálogo con sus directivos.Tras una reunión en la que participaron representantes del gobierno regional, de la Presidencia del Consejo de Ministros, del Ministerio de Energía y Minas y de la empresa, se acordó la suspensión de las actividades de la minera hasta que las autoridades competentes verifiquen la seguridad de sus operaciones.Durante las negociaciones, también se acordó que la compañía podrá informar sobre sus actividades en la zona involucrada, previa supervisión de un representante designado por el distrito de Secclla.