EL PAPEL DE LOURDES FLORES EN LA ALTERNATIVA DEL PPC
13 de noviembre de 2007

S i en el complicado panorama político hubiera que destacar el sano ejercicio de democracia interna, no habría duda de que el último congreso nacional del PPC presenta, con todas sus limitaciones, el mejor derrotero para el cambio y modernización de esta respetable organización política y la construcción de una nueva propuesta política. Con más de 40 años de vida, el PPC ha sido pionero en la defensa de la libertad económica y la vigencia democrática. También ha sido pródiga cantera de dirigentes que por distintas razones en su momento emigraron y formaron grupos menores, cuando lo ideal hubiese sido que siguieran construyendo y ampliando las bases del partido fundado por Luis Bedoya Reyes.La reelección como presidenta del PPC de Lourdes Flores Nano representa la tenaz búsqueda por alcanzar un bloque centrista diferenciado y dominante sobre las fuerzas antidemocráticas que buscan capitalizar un descontento social, del que no tiene que ser ajeno precisamente el PPC, después de la dura lección de los comicios pasados. El mantenimiento de la alianza con Solidaridad Nacional se instala en esa dirección.También resulta razonable que la lideresa haya zanjado su papel opositor al Gobierno, precisando que este será serio y selectivo, para ayudar a preservar el sistema político democrático. Varias de las reformas que necesita el Estado fueron ya propuestas con energía y claridad por Flores Nano durante su exposición en CADE 2005. Sería importante que las mantuviera y enriqueciera, pero con una mayor identificación y conexión con la realidad social del país, a la que tiene que convencer más que con palabras. En sus manos está, pues, la posibilidad de que el PPC sea la alternativa política que el país requiere.