LA GROTESCA IMPERTINENCIA DE CHÁVEZ
12 de noviembre de 2007

Solo fueron cinco palabras, pero no se necesitó más. El "¿Por qué no te callas?", que el rey de España Juan Carlos de Borbón espetó a Hugo Chávez en plena Cumbre Iberoamericana, puso en evidencia otra vez la grotesca impertinencia con la que el mandatario venezolano suele tratar al resto del mundo y, en especial, a aquellos que difieren de él.El foro latinoamericano no pudo tener peor cierre. Las 24 conclusiones de la Declaración de Santiago --importantes en sí mismas, porque destacan la necesidad de crecer para superar la exclusión en la región-- pasaron a un discreto segundo plano gracias al escándalo provocado por Chávez. Un escándalo innecesario desde todo punto de vista, que demostró la desmedida petulancia de alguien capaz de exasperar incluso al moderado rey de España.La prensa ibérica ha dicho que Chávez recibió lo que nadie se atreve a decirle y que viene a ser la mayor reprimenda que haya merecido en un foro internacional.Dentro de su país, Chávez no solo concentra el poder sino que pretende entornillarse en él indefinidamente, mediante una reforma constitucional a su medida y secuestrando por la fuerza los valores y las prácticas de una democracia representativa: la alternancia, el respeto a la institucionalidad y la independencia de poderes. Externamente, ha contribuido a la descomposición de la Comunidad Andina y sus planes podrían haber tenido éxito si el Perú no lidera el proceso para concretar un tratado de libre comercio con la Unión Europea. Así se fue de la CAN, tirando la puerta, aunque ahora parece querer retornar, justo cuando el Perú busca negociar fuera del grupo andino un acuerdo bilateral con la UE, precisamente porque Chávez sigue influyendo negativamente en la CAN, a través de Ecuador y Bolivia.¡Qué decir de sus intentos por inmiscuirse en la vida doméstica de los países de la región, como Bolivia e incluso el Perú, a través del proyecto ALBA, pretendiendo exportar su modelo socializante!Chávez recibió en Chile un poco de su propio chocolate. Sudamérica debe sopesar la utilidad de vincularse a él política o económicamente. Y habría que ver si la OEA también está dispuesta a decirte: "¿Por qué no te callas?".