A cuatro días del voraz incendio de Mesa Redonda, los bomberos volvieron a lidiar ayer con otro siniestro. Esta vez, las llamas, que podían verse a más de 10 cuadras de distancia, devoraron uno de los depósitos de la fábrica de pinturas Vencedor, situado casi frente al Hospital Naval. Las enormes lenguas de fuego causaron gran alarma entre los vecinos de San Miguel y Bellavista. Por fortuna, no hubo víctimas que lamentar.Los hombres de rojo tuvieron que hacer arduos esfuerzos para evitar que las llamas se extendieran a fábricas vecinas. Al costado funciona una planta de fabricación de papel y al frente una fábrica de balones de oxígeno. Como siempre el principal problema fue la falta de agua, pero tras seis horas de trabajo se logró controlar el siniestro, aunque al cierre de esta edición pequeños focos de fuego todavía ardían en algunas zonas de la fábrica.