Por si no lo supiera, la última encuesta de la Universidad de Lima le indica a Carolina Lizárraga, la jefa de la Oficina Nacional Anticorrupción (ONA), que deberá enfrentar un problema de alta sensibilidad y contra el que --según la población-- lo poco que se hace, se hace mal.Según el sondeo, el 91% de limeños considera que la corrupción en el sector público es muy alta o alta, y que la lucha contra este flagelo es poco efectiva (60,9%) o nada efectiva (27,6%), lo que suma un crítico 88,5%.Y aunque solo el 23,6% de los limeños se considera entre muy informado e informado de la creación de la ONA, la buena noticia para Lizárraga es que el 51,5% de estos dice estar de acuerdo con su nombramiento.