Sin ánimo de queja, pero sí de hacer hincapié en que las necesidades de los damnificados del sur siguen siendo urgentes, el presidente de la República, Alan García, acompañado por el jefe del Forsur, Julio Favre, y por sus ministros de Relaciones Exteriores, Vivienda, Salud, Transporte y Educación, recibió ayer en Palacio de Gobierno a los representantes de los países y organizaciones internacionales para hacerles una invocación: que concreten la ayuda ofrecida para las obras de reconstrucción de las zonas afectadas por el terremoto del 15 de agosto. La ayuda ofrecida bordea los US$100 millones, pero solo se ha hecho efectiva la entrega de US$7'795.000 y está por recibirse 1'756.000 dólares más. Es decir, solo un 10% se ha materializado. "Consideramos importante que en educación, obras sanitarias, escuelas, hospitales y postas médicas puedan ustedes conocer directamente qué es lo que está a punto de comenzar para que se puedan aplicar los recursos a esos proyectos concretos", dijo el jefe del Estado.