El reparto de la renta de congestión (el diferencial de los precios que tiene la energía de ambos países) y la firma de contratos a largo plazo frenan la interconexión inmediata entre Ecuador y Perú. Los técnicos peruanos, reunidos en Guayaquil con los ecuatorianos, proponen que el 80% de la renta sea para Perú y 20% para Ecuador, pero la delegación ecuatorina insiste en que la distribución sea en partes iguales.