En medio de más de un escándalo de corrupción, el presidente Alan García designó ayer a la jueza Carolina Lizárraga como jefa de la nueva Oficina Nacional Anticorrupción. Ella deberá renunciar a la magistratura para asumir de inmediato sus nuevas responsabilidades, según lo anunció ayer el jefe del Estado en conferencia de prensa. Será la propia Lizárra la que el lunes --tras su renuncia al Poder Judicial-- se presentará ante la prensa para responder todas las interrogantes que ayer no contestó con detalle el presidente, como, por ejemplo, quiénes integrarán el equipo que la acompañará y cuáles serán los parámetros de esta entidad estatal que formará parte del organigrama de la Presidencia del Consejo de Ministros, según el Decreto Supremo 085-2007-PCM.La norma precisa que el mandato de Lizárraga será de tres años, y que puede asistir al Consejo de Ministros con voz, pero sin voto."Como es natural, tiene que estar adscrita a un ministerio por cuestiones presupuestales, pero en cuanto a sus investigaciones, dictámenes y la colaboración que pida a otras entidades, va a ser absolutamente independiente", dijo García.(Edición domingo).