Si bien el ministro Luis Alva Castro se libró de la censura política, lo cierto es que hasta ahora no se compra ni un solo pertrecho para la Policía Nacional y menos ningún patrullero nuevo. Esta orfandad material se refleja en una pública confesión dada ayer por el propio responsable del sector Interior ante la Comisión de Fiscalización del Parlamento: actualmente los policías especializados se prestan granadas de otras unidades para cumplir los requisitos mínimos de prestación de servicios. Lo peor es que a la fecha varios países amigos 'prestan' al nuestro municiones antimotines para la policía, pero que al final se convierten en donaciones porque no hay manera de devolverlas.Alva Castro no identificó a esos países amigos, pero sí recordó que cuando se produjo la Marcha de los Cuatro Suyos en el 2000, la Policía contó con bombas lacrimógenas provenientes del exterior que incluso fueron repartidas en el aeropuerto Jorge Chávez.(Edición sábado).