Por ser un proyecto de intereses oscuros y de retrógrado matiz político, el Gobierno Peruano debe rechazar la reciente invitación para integrar el ALBA. Esta plataforma de la izquierda más arcaica, formada por Venezuela, Cuba, Nicaragua y Bolivia, representa un mecanismo de gradual intromisión política en nuestro país.Las casas de la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), instaladas irregularmente en territorio nacional, son en realidad centros de alabanza al dictador venezolano, Hugo Chávez. Y el supuesto altruismo de sus obras --como las operaciones de cataratas-- queda desvirtuado por ellas mismas como un método de penetración en nuestra vida social y política interna. No hay que olvidar que Chávez estuvo detrás de una determinada candidatura presidencial en el 2006 y es probable que el 2011 repita lo mismo, pero esta vez teniendo como plataforma las casas del ALBA.Son tan poco transparentes esas organizaciones que sus actividades son negadas por los diplomáticos venezolanos. Todo indica que son digitadas desde Caracas. Cancillería debe rechazar la invitación de integrar el ALBA y, en coordinación con Inteligencia, investigar si vulnera nuestra soberanía.