Fue una presentación corta en la que no aceptó preguntas y en la que --cosa rara en él-- se apoyó en notas para fijar la posición del Gobierno. Esta fue la forma que eligió el presidente Alan García para pronunciarse sobre la extradición de Alberto Fujimori, tres días después de que se conociera el fallo de la Corte Suprema de Chile. "Hemos cumplido nuestro deber legal y constitucional, sin venganzas ni aspavientos. Eso es lo que el pueblo peruano espera de su gobierno. Que no abuse de su posición para mancillar o vejar al adversario caído y acusado de múltiples delitos. Hemos cumplido con serenidad confiando en el Poder Judicial chileno y el resultado nos da la razón", dijo el mandatario peruano.