MÁS ALLÁ DE LAS MULTAS A EMPRESAS TELEFÓNICAS
20 de septiembre de 2007

La auditoría realizada por el Osiptel confirma lo que miles de usuarios padecemos desde hace años y el terremoto del 15 de agosto pasado vino a confirmar: La calidad del servicio telefónico está fracturada, pues hay un explosivo aumento de líneas pero sin la correspondiente y adecuada inversión en infraestructura.¿Qué hacer para revertir esta inquietante realidad? Antes que nada fortalecer a Osiptel, pues sus actuales atribuciones legales y presupuestarias parecen insuficientes frente al desmesurado crecimiento del negocio de las telecomunicaciones.Es obvio que ante la crisis pasada, este organismo incumplió su misión de supervisar la calidad y eficiencia del servicio. Pero, antes de exigir cambios de personas, conviene vigorizar al ente regulador, incluso con un blindaje constitucional, para que a corto plazo logre suficiente autonomía, credibilidad y fuerza institucional. La difusa determinación de competencias de Osiptel se percibe a propósito de los dos informes de auditoría, emitidos casi en simultáneo, primero por el Ministerio de Transportes y Comunicaciones, y luego por el ente regulador. Sin embargo, Osiptel ha ido más allá y encontrado responsabilidad en las empresas Telefónica Móviles, Nextel del Perú y América Móvil (Claro), por no adoptar las medidas para garantizar la calidad y continuidad del servicio.Ahora bien, la sanción económica aplicable, que ascendería hasta un máximo de S/.1'207.500 (350 UIT) para cada una, es la más alta que permite la ley. Pero, adicionalmente, y ante el daño causado, estas compañías han asumido una gran deuda con los millones de usuarios a quienes no atendieron debidamente cuando más necesitaron de este servicio público. No es descabellado, por tanto, que las empresas recompensen con minutos libres a cada uno de sus clientes. Así como son tan ágiles para aplicar penalidades económicas a clientes morosos, ahora les toca el turno de retribuirles por sus graves fallas y deficiencias en el servicio. Finalmente, sin embargo, lo más importante es que el Ministerio de Transportes y Comunicaciones y Osiptel obliguen a las empresas a tomar las medidas necesarias y ejecutar las inversiones requeridas para sanear estas fallas y ofrecer un servicio adecuado. Esperamos un cronograma preciso de inversiones, equipos e instalación de nuevas plantas y antenas.