El túnel Kingsmill es una fuente de contaminación que fue dejada por la antigua minería en Junín. De este fluyen aguas con altos niveles de óxido que enturbian el río Mantaro. La empresa propietaria del proyecto Toromocho, Peru Copper, anunció hace meses que se encargaría de remediar este pasivo, para lo cual se comprometió a invertir unos US$15 millones. Sin embargo, grande fue la sorpresa de Peru Copper luego de que la consultora Amec, a la que encargó el estudio de factibilidad de este proyecto, revelara que la refacción no costaría US$15 millones sino US$24 millones. Gerald Wolfe, presidente y gerente general de esta empresa, indicó que la compañía está evaluando alternativas de financiamiento para este nuevo presupuesto. La solución del problema del túnel Kingsmill le correspondía a la empresa Centromín-Perú --hoy llamada Activos Mineros-- y a las compañías que se encuentran en el distrito minero de Morococha: Austria Duvaz y Pan American Silver.