Es aceptable que exista en cualquier comunidad de las regiones mineras del país algún temor por la contaminación del ambiente a causa de esta actividad. Pero muchas veces estos miedos resultan infundados, ya que actualmente están vigentes tanto tecnología moderna como normas rigurosas que el Estado impone a las empresas dedicadas a la minería. Además, son los propios inversionistas mineros quienes hoy se preocupan de cumplir estándares internacionales de calidad exigidos para esta producción extractiva.