Ni el anuncio de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) de aumentar su producción en 500.000 barriles al día a partir del 1 de noviembre (la organización considera que el abasto es escaso) evitó que el precio del barril de petróleo en la Bolsa Mercantil de Nueva York cerrara en US$78,23, su máximo precio histórico, que supera en dos centavos el valor del 31 de julio pasado. Según la agencia Reuters, los analistas esperan que las presiones al alza se agudicen tras el reporte del Departamento de Energía de EE.UU. Que, se estima, mostrará una reducción en los inventarios de 2,7 millones de barriles para la semana del 7 de setiembre.