A pocas semanas de que se elija al nuevo presidente de la Confiep, en unas elecciones que están dando que hablar no sólo por las pugnas internas sino porque el ganador tendrá que enfrentar el período electoral del 2006 y las propuestas de cada partido político, las relaciones entre la Cámara de Comercio de Lima (CCL) y la Cámara Nacional de Comercio, Producción y Servicios (PeruCámaras) penden de un hilo.Fuentes de la CCL revelaron a Correo que las relaciones entre los gremios enfrentan una serie de tensiones debido a que ésta "se habría cansado de financiar el proyecto de Samuel Gleiser (presidente de PeruCámaras)" y que esto habría derivado en una solicitud para que el gremio nacional se retire de las instalaciones de la CCL.Consultada sobre el tema, Graciela Fernández Baca, presidenta de la CCL, prefirió no entrar en discusiones mediáticas, aunque no ocultó su fastidio."La Cámara es asociada de PeruCámaras, y los tenemos allí (en el edificio de la CCL) para ahorrarles costos. No hay controversia, pero sí se le ha pedido un informe sobre con cuánto aportan los otros gremios, y eso es todo. No es cuestión mía, sino del Consejo Directivo", afirmó.