Hace poco, Alan García dijo que los recursos naturales son de toda la Nación y su explotación en Majaz no podrá ser impedida por pequeños grupos de pobladores, comunistas, curas rojos y "verdes" financiados por el extranjero. Pero los recursos naturales no son de la nación, sino de las empresas mineras, cuando se plantea que deben pagar un impuesto a las sobreganancias debido al enorme aumento de los precios internacionales de los minerales. Si el cobre, el oro y el zinc son de la Nación, entonces a la Nación le asiste el derecho de percibir un ingreso adicional por su explotación. Pero no, en este caso "se respetan los convenios de estabilidad tributaria" y se acepta un bajísimo óbolo, malbaratando así el valor que el Estado debe percibir por sus recursos naturales.