SIN SOLUCIONES A LA VISTA
10 de septiembre de 2007

Las causas de los conflictos entre las empresas mineras, que buscan explorar y explotar los recursos naturales del subsuelo, y las comunidades ubicadas en las proximidades de los yacimientos son, en la mayoría de los casos, por temas medioambientales. Y es que, a la larga, son los pobladores quienes se podrían ver afectados por dicha actividad, y quienes sienten un natural temor por lo que no conocen y el peligro de contaminación que representa la actividad minera. Porque saben que habría impacto, pero no tienen una idea cabal de la magnitud, de cómo se manifestará, ni de cómo controlar el riesgo de una incidencia. Y el desconocimiento, en la historia de la humanidad, ha llevado muchas veces a la violencia. La tarea del Estado es proteger a todos sus ciudadanos por sobre toda otra consideración. No obstante ello, es percibido por la población marginada (los no incluidos que, por lo general, forman las comunidades próximas a los yacimientos mineros) como aliado de las empresas que ellos ven como heraldos de desgracias. (Suplemento Día 1. El Comercio)