Las más de ocho horas que pasó en las comisiones de Fiscalización, de Defensa del Consumidor y de Transportes del Parlamento no fueron suficientes para que la ministra de Transportes y Comunicaciones, Verónica Zavala, lograra convencer a sus detractores. Por el contrario, sus respuestas y sus explicaciones sobre la interrupción del servicio telefónico que afectó al país, apenas producido el terremoto del 15 de agosto, la colocaron bajo la lupa de la oposición, que le reclamó que asuma su responsabilidad política y anunció la presentación de una acusación constitucional en su contra, sin perjuicio de la formación de una comisión investigadora que será debatida por el Pleno.