Preocupante. Las prioridades de los presidentes de gobiernos regionales parecen ser inversamente proporcionales a las de los pobladores más humildes. El caso de Ancash es emblemático: hay recursos, pero los niveles de desnutrición crónica infantil siguen invariables. Según la jefa zonal del Programa Nacional de Asistencia Alimentaria (Pronaa), Karín Cano Alvarado, la desnutrición crónica en Ancash es de 39%. El dato es recogido del último estudio del mes de abril y proviene de los beneficiarios del Programa Integral de Nutrición (PIN), que se desarrolla en las zonas de extrema pobreza. (Edición sábado).