A la 1 p.m. aproximadamente, los damnificados que se encuentran en el albergue del parque zonal de Pisco comenzaron a sentir la fuerza de los vientos llamados paracas, los cuales arrojaban arena sobre sus endebles carpas, que se sacudían con facilidad. En la principal arteria de Pisco, la avenida Las Américas (que conecta a la ciudad con la Panamericana Sur) la visión se dificultaba por momentos.Por la carretera que lleva de Pisco al distrito de Paracas, se podía apreciar la magnitud de estos vientos: torbellinos de arena que superaban los 20 metros de altura. La fuerza de los paracas también se dejó sentir en el Grupo Aéreo 51, en donde se suspendieron los vuelos durante una hora y media.De esta manera, se cumplió el pronóstico del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) que anunciaba fuertes vientos para ayer.(Edición sábado).