Hoy se cumple una semana del brutal terremoto que devastó Pisco y la tierra sigue temblando. Aunque algunos pobladores pisqueños ya se acostumbraron a los sismos, la mayoría aún se sobresalta y suplica a Dios que cese el tormento. Precisamente este fue el panorama que se observó ayer en esta localidad cuando las réplicas sacudieron los escombros y las precarias carpas que albergan a los damnificados. El movimiento telúrico incluso sorprendió al propio presidente Alan García cuando conversaba con dos funcionarios chilenos.Según los reportes del Instituto Geofísico del Perú (IGP), el epicentro del primer movimiento, registrado a las 3:37 de la tarde, fue a unos 25 kilómetros al suroeste de Pisco y tuvo una intensidad de 5.1 en la escala de Richter, mientras que el segundo se produjo a las 4:32 p.m. y tuvo una intensidad de 4.9 en la misma escala.