Se preveía un resumen pormenorizado de los 13 cuadernillos de extradición, una diligencia larga y tediosa, con algún juez al que se le escapara más de un prolongado pestañeo y con una relatora que leyera de paporreta cada uno de los delitos y acusaciones que penden contra Alberto Fujimori. Pero a pesar de que algún magistrado se dejó vencer levemente por Morfeo, la audiencia estuvo muy lejos de ser así.De manera detallada y pausada, explicando uno a uno los delitos y sus tipificaciones y narrando con precisión los testimonios de testigos, acusados, acusadores y procesado, la relatora de tribunales chilena, Paola Plaza, expuso --como si fuera una clase universitaria y por casi cuatro horas-- gran parte del expediente de extradición del ex presidente ante los miembros de la Segunda Sala Penal de la Corte Suprema. Tanto así que permitió detectar un dato desconocido hasta ayer. Al abordar el caso de las interceptaciones telefónicas, en el que se acusa a Fujimori de haber formado una red criminal con su ex asesor Vladimiro Montesinos para escuchar ilícitamente las comunicaciones de sus opositores, Plaza dio cuenta de unas declaraciones hechas por el 'Doc' el 24 de setiembre del 2001."En las declaraciones de Vladimiro Montesinos por el llamado caso de interceptaciones telefónicas, dijo que el subjefe del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN), el coronel Luis Rodríguez Silva --quien vino a prestar servicios al SIN-- estuvo tres años en Chile como agregado militar, donde desarrolló actividades de interceptación telefónica a las Fuerzas Armadas chilenas y a políticos, con otros agregados policiales y militares", reveló Plaza, aunque no dio mayores alcances.