Martes 8:30 de la mañana. Los pobladores de Chincha forman grupos de cuatro o cinco personas para terminar de tumbar las paredes rajadas por el terremoto y empiezan a colocar los primeros ladrillos, donde antes existía adobe y hoy solo quedan escombros.El ánimo es otro, la mayoría desea seguir adelante e incorporarse a sus puestos de trabajo para obtener recursos que les permitan alimentarse y reconstruir sus viviendas. Esto ha sido un factor determinante para que siete de las principales empresas del sector textil y confecciones ubicadas en esta ciudad --que ha destacado en los últimos años por sus altas tasas de crecimiento del empleo-- hayan empezado a operar ayer al 30% de su capacidad instalada.Y aunque persisten los problemas de conexión eléctrica --la mayoría trabaja con grupos electrógenos-- confían en que para el fin de semana la situación se haya normalizado. De hecho, 3.500 de los 7.000 trabajadores que registran estas empresas ya están laborando y buena parte de los restantes ya comunicó su intención de incorporarse en breve.