El último sábado, el ministro de Agricultura, Ismael Benavides, denunció supuestas irregularidades en el traslado de dos mil vicuñas desde la comunidad puneña de Picotania hasta el caserío Casablanca, en la región La Libertad. Entre otras cosas, Benavides afirmó que el traslado fue irregular porque se realizó a espaldas del Ministerio de Agricultura y porque se trataba de animales que le pertenecían al Estado. No era todo. Que la operación se realizara a pedido de la minera San Simón, propiedad de la familia Sánchez Paredes (vinculada al narcotráfico) resultaba un agravante para el ministro Benavides.