Otra vez se le cae la máscara a la cúpula de la CGTP (Confederación General de Trabajadores del Perú), que muestra su entraña indolente, intolerante e ideologizada: Primero hicieron una cuestión de estado para exigir una disculpa pública a la ministra de Trabajo, como condición para responder a la convocatoria al Pacto Social.Sin embargo, después de que Susana Pinilla generosamente accedió a retirar las supuestas ofensas, la cúpula sindical anuncia que recién en dos semanas definirá su integración al pacto. Más aún, pretenden imponer otros absurdos condicionamientos a priori --como ser la única central sindical presente--, a sabiendas de que se trata de un foro que recién se inicia y que necesita aportes de todos los sectores involucrados para armar una agenda.¿Existe buena fe de la CGTP para participar en el Pacto Social, dialogar con otros voceros y lograr consensos equitativos? ¿O solo están dando largas para precipitar su fracaso y burlarse del país? Si esto último fuera cierto, significaría que sigue primando su agenda politiquera, que no les interesa crear más empleo y acordar un sueldo mínimo, sino que solo buscan la confrontación con el Gobierno para mantener el statu quo y sus gollerías sindicales con el manido discurso de ser los "defensores de los trabajadores". Hay que recordar a la CGTP que esta misma actitud de intransigencia ha sido el comienzo del fin del sindicato docente (Sutep), que tuvo que avenirse a nuevas reglas de orden. También que, aunque sus marchas tienen cierta repercusión mediática, la CGTP solo representa a una parte de la Población Económicamente Activa (PEA) formalmente empleada, por lo que no pueden arrogarse la representación de todos los trabajadores (son las mypes y las pymes las que generan muchos empleos). Y luego, que por una cuestión de coherencia, si ya participan en el Consejo Nacional del Trabajo no habría objeciones para integrar el Pacto Social.En suma, es importante que la CGTP esté representada en el Pacto Social, pero para ello tendría que revisar sus axiomas ideológicos y su agenda politiquera. La prioridad hoy es consolidar la estabilidad económica y social, a través de un nuevo acuerdo que promueva la inversión, el empleo digno y la redistribución de la riqueza. Y los primeros beneficiados deben ser los más pobres y los que no tienen trabajo, que no son representados por la CGTP.(Edición sábado).