Si el presidente boliviano Evo Morales quisiera hacer un balance de su fugaz visita a nuestro país, podría concluir que esta ha sido satisfactoria y positiva. Sobre todo luego de que el propio mandatario Alan García asegurara que el Perú será una "mano amiga" y "un fuerte y sólido aliado" de Bolivia para solucionar sus demandas internacionales, en referencia a su pedido de una salida al mar."Cuente Bolivia que tendrá en el Perú siempre un impulso, una ayuda y una mano amiga para la solución de sus problemas sociales, en lo que podamos, y para la solución de sus demandas internacionales, en lo que también podamos", afirmó el mandatario, en Palacio de Gobierno, durante la ceremonia de condecoración a su homólogo boliviano.