La Comisión de Fiscalización se ha convertido en la manzana de la discordia en las usuales negociaciones de esta hora del año legislativo, cuando se trata de repartir las comisiones de trabajo entre las distintas bancadas representadas en el Congreso.Si bien las bancadas coinciden en señalar que la continuidad es la mejor manera de optimizar el trabajo técnico, la Comisión de Fiscalización es --para dos grupos que llegaron juntos, pero hoy enfrentados entre sí-- un anhelo al que no pretenden renunciar.El Partido Nacionalista (PNP) y Unión por el Perú (UPP) han mostrado sus intenciones de encabezar dicho grupo de trabajo. En el caso de UPP se trata de conservar la presidencia.El congresista nacionalista Isaac Mekler explicó que su agrupación tomaba la oferta pública que el aprismo hizo al señalar que Fiscalización debía estar en manos de la oposición.