¿Impaciencia? ¿Tampoco lo quieren? Tal parece que la presencia del ex presidente Alberto Fujimori en Santiago, sobre quien pende un pedido de extradición del Estado peruano, se está convirtiendo en una 'papa caliente' para la administración de la presidenta de Chile, Michelle Bachelet.Ayer, tras conocerse los resultados de las elecciones en Japón, que no le fueron favorables al ex mandatario, quien postulara a un escaño para el Senado nipón por el Nuevo Partido del Pueblo (Kokumin Shinto), La Moneda hizo conocer su postura para que este tema también sea resuelto lo antes posible en la justicia chilena.Ni bien culminó su reunión con la presidenta Michelle Bachelet, el canciller Alejandro Foxley urgió a la Corte Suprema para que defina, lo antes posible, la apelación al fallo de extradición de Fujimori. "Lo único que corresponde ahora es que, en el plazo más breve posible, la Corte Suprema emita su informe, su fallo, para que esta situación quede zanjada de una vez por todas", dijo el ministro de Relaciones Exteriores según la agencia de noticias AFP.